Que la culpa no les carcoma los huesos.
Ya va haber tiempo para las risas,
los abrazos y los besos
Déjenlo en su mundo,
un mundo muy poco profundo,
donde no se rie, donde no se llora,
donde no se vive a pleno ni el presente ni el ahora.
Lo único que me enferma es saber
que en la perra vida jamás me voy a deshacer de él.
Siempre adentro mio, fiel a su promesa
de quemarme la cabeza.
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